Enséñame a quererte y no hablarte, así como lo haces tú.
Los domingos no hago nada productivo, hasta que recuerdo las tareas en la noche.
Los domingos son para estar todo el día en pijama.
La primera obligación de un hombre al despertar es darle los buenos días a su princesa.
El hombre que le escribe bonito a todas, con ninguna se queda.
Sonríe, eres hermosa.
Si una mujer te permite verla en modo indigente de lo despeinada y desarreglada que está, esa mujer te quiere.
Mi misión en este mundo es comer, dormir, y quejarme de absolutamente todo.
No soy egoísta, pero a ti no te comparto.
Los domingos se hicieron para:
1.-Dormir.
2.-Comer.
3.-Dormir.
4.-Comer.
5.-Dormir.
Exactamente en ese orden.
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