Las mujeres de esta generación no saben cocinar como sus madres, pero aprendieron a tomar como sus padres. Eso sí es revolución.
¿Qué esperanzas podemos tener de un mundo en el que construyen más discotecas que bibliotecas?
Hay personas rarísimas a las que el corazón solo les sirve para bombear sangre.
Hay personas que es mejor extrañarlas que tenerlas cerca.
Es de mala educación hablar con la boca llena de idiotez.
A veces se nos olvida que la vida también consiste en dejar pasar.
Si mato tu recuerdo es en defensa propia.
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