• Cuando dos personas todavía no se conocen bien, hay que procurar hablar de temas en los que los dos puedan involucrarse. Amigos comunes, países favoritos, gustos musicales, anécdotas divertidas…
• Si te sientes a gusto y confiada, puedes pasar a hablar de cosas
más íntimas. Pero evita mostrarte negativa o quejarte de tu trabajo.
Menos aún, hablar de tus rupturas amososas. A tu cita no le interesan tus ex novios, sino tú.• Procura que la conversación resulte equilibrada y que ninguno de los dos la utilicen para obtener información del otro. Es una pésima estrategia para crear un vínculo. Más bien fomentará lo contrario: desconfianza y falta de atracción.
• El momento de la despedida también puede resultar muy tenso. Hazlo
con la mayor naturalidad que puedas y consciente de que es una situación
algo forzada. No tienes por qué dar explicaciones. Simplemente, a la
hora convenida o cuando te parezca oportuno di que tienes que marcharte.• Si deseas volver a verle, díselo… o al menos insinúalo. Si no es así, despídete con una fórmula cortés pero clara, como “ha sido un placer” o “gracias por el café”. Y márchate con elegancia y una sonrisa.


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