No te ignoro, solo quiero ver si haces un esfuerzo para hablar conmigo.
Un verdadero hombre la busca sin que se lo digan, le escribe sin que se lo exijan y la abraza sin que se lo pidan.
No estamos en la edad de quedarnos con las ganas.
Abrazarnos hasta que nos duela el cuerpo por querernos, y no el corazón por extrañarnos.
Esa persona por la que te quedas un ratito más aunque estés muriendo de sueño.
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