Hoy en día sabemos más que de sobra que la estética y la salud están muy unidas, ya que todo lo que es sano a nuestro cuerpo mejora nuestra aspecto.
Esto no es casualidad. Es el resultado de la evolución de la humanidad lo que nos hace mejorar, exactamente igual que pasa con otros seres vivos como los animales, que siempre han buscado la mejor pareja para asegurarse la descendencia ideal (fuerte, buena de salud...) Conclusión: lo que es sano es atractivo.
Por ello, debemos partir de esta premisa a la hora de por qué es bueno que nos cuidemos tanto...por la salud que esto nos reporta. ¡¡A más salud, más atractivo!!

La mayoría de las personas que nos iniciamos en el ejercicio siempre suele tener el mismo fin: mejorar el aspecto físico. Todos experimentas cierto tiempo después que nuestro cuerpo nos lo está agradeciendo: en analíticas, bienestar psicológico, endorfinas (hormonas de la felicidad)... Y por supuesto el aspecto físico que nos devuelve el espejo ¡¡tan increible!!

A la hora de empezar nuestro plan siempre debemos cuidarnos de falsos mitos y tener unos objetivos claros y bien definidos, para no venirnos abajo. Los falsos mitos que circulan por ahí suelen obedecer a marketing de ciertas marcas que intentan vendernos los productos de cualquier manera, las cremas reductoras y toda esa parafernalia esta muy bien, pero usadas de la manera que debe de ser como complemento y no como alternativa. Para adelgazar hay que hacer ejercicio, moverse.
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