¿Te has parado a pensar lo que vas contando por ahi? ¿Es eso realmente lo que quieres que los demás sepan de ti...? Analizemos tu día a día.
¿Cuántas veces has revelado cosas a tus amigas
y conocidos sólo porque ellos estaban ansiosos de que les contaras
todo, todo, todo? Probablemente
muchas. Y es que, aunque no está
comprobado científicamente que las mujeres hablemos más que los hombres, nosotras suelemos confesar más intimidades porque creemos que de este modo los demás
nos aceptarán mejor. ¿Quieres saber un secreto? Generalmente, no es lo mismo conocer vs saber callar, el silencio puede proporcionarte más beneficios que contarlo todo.
Recuerda con intensidad!!

Cuando lo cuentas todo acerca de una situación que para ti es importante, como, por ejemplo, los detalles íntimos
de la primera escapada romántica con tu chico, el placer que te
proporciona el recuerdo de ese momento se diluye. En serio. Es lo mismo
que ocurre cuando te sucede algo malo y buscas a alguien a quien
contárselo porque sabes que así, al compartir tus emociones negativas, aliviarás parte de tu dolor.
Saber callar; tiene
sus beneficios. Si alguien te pregunta sobre algo que para ti es
importante como, por ejemplo, el día que conociste a tu novio o tu primer día de trabajo,
simplemente contesta: "No te voy a aburrir con los detalles, pero te
puedo decir que fué increíble" Si tus emociones son buenas, no tienes
por qué contarlas todas.
Disfrutarás más de esos instantes íntimos que
retienes en la memoria.
Cuando cuentes una historia que te haya ocurrido hazlo para que tus amigas puedan conocer vs saber
tus historietas. Conocer porque luego ellas ya añadirán su opinión y
comentarios, saberlas "de pe a pa" las llena de información que luego se
puede convertir en el típico teléfono escacharrado.

Con tus amigos, tus compañeros de trabajo o con el chico que tienes una primera cita cuenta lo justo, tienes que aprender a saber callar
los
detalles que no le importan a nadie. Si cuentas lo justo para
mantenerles informados, conseguirás que se enganchen a tu historia con
más pasión y te vean como alguien irresistiblemente interesante.
Así que, cuando tus amigos quieran
conocer todos los detalles de tu salida nocturna con el primo de tu
vecina, dales sólo un titular del tipo "Nunca un desayuno en la cama me
sentó tan bien", en lugar de describirles pormenorizadamente cada escena
como si fueran fotogramas de una peli.
Ahora que piensas contar¿?
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